La Federación Nacional Campesina (FNC) denuncia
que la Policía Nacional baleó esta mañana a dos campesinos y detuvo a tres que
resistieron la fumigación del sojal de un brasileño en el distrito Maracaná
Primer Encuadre, departamento de Canindeyú. Herminio Enríquez (29) recibió un
balazo en el abdomen y Pablino Rojas (38) fue herido en el brazo. La FNC se
moviliza en estos momentos frente a la sede del Ministerio del Interior en
Asunción.
“De ninguna manera fue un enfrentamiento, la
Policía abrió fuego indiscriminadamente ante el pedido de explicaciones de
nuestros compañeros por la detención arbitraria de tres integrantes de la FNC
que habían salido de “marisca” (cacería)” señalaron Teodolina Villalba y
Marcial Gómez, secretaria general y secretario general adjunto del gremio. Los
cinco campesinos (los baleados y los detenidos) son integrantes de la FNC que
resistieron la fumigación de sojal en la zona, por contaminar las fuentes de
agua, chacras y envenenar a la gente y animales de la comunidad.
Los baleados son pequeños productores del
asentamiento Huber Duré, colindante con Maracaná. Pablino es esposo de Blanca
Núñez y padre de dos hijos: Eddie (10 años) y Elba (8 años). Herminio es esposo
de Alicia Bogado y padre de Manuel (seis meses). Los detenidos son Basilio
Agüero (38 años, casado con cinco hijos), y los hermanos Elvio Villasanti (30
años, casado y padre de un hijo) y Simón Villasanti (35 años, padre de un
hijo), quienes fueron trasladados a Curuguaty.
DENUNCIA PÚBLICA Y MOVILIZACIONES
Mañana, domingo 17, la FNC organiza una
concentración de repudio frente a la sede policial en Curuguaty, y desde el
lunes 18 asamblea en todos los departamentos con comunidades que están
resistiendo la sojización, además de movilizaciones de repudio frente a las
sedes policiales y fiscales regionales.
Desde el 29 de octubre pasado, varias comunidades de la FNC se
encuentran resistiendo las fumigaciones de sojales que rodean caminos vecinales,
fuentes de agua, huertas y viviendas de la gente. Teodolina Villalba y Marcial
Gómez señalaron que la fumigación es una determinación política nacional de la
FNC y que las comunidades seguirán resistiendo.
La sojización fue una de las problemáticas más urgentes que viene planteando la FNC ante la sociedad nacional: el envenenamiento masivo de las comunidades, sus fuentes de agua y la aniquilación de los cultivos de autoconsumo por las fumigaciones de los grandes productores de soja, trigo y otros cultivos relacionados con el modelo agroexportador. Este modelo de producción se sostiene sobre la estructura desigual de la tenencia de la tierra y, al igual que esta, expulsa y excluye a miles de pequeños productores y sus familias.
El gremio sigue denunciando los problemas de salud que las fumigaciones con agrotóxicos ocasionan: dificultades respiratorias, escoriaciones en la piel, malformaciones de bebés, el aumento de enfermos y enfermas de cáncer en las zonas afectadas. “Lo más grave es que todo esto ocurre bajo la complicidad de las autoridades nacionales, que nada hacen para proteger a la población más pobre de estos abusos” señalaron.
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