lunes, 5 de mayo de 2014

Movilizaciones por la libertad de Pablino Rojas y Herminio Enríquez

Herminio Enríquez

La Federación Nacional Campesina (FNC) inicia hoy movilizaciones en Curuguaty (Canindeyú) por la libertad de Pablino Rojas (38) y Herminio Enriquez (29), quienes fueron baleados y apresados por la Policía el 16 de noviembre pasado tras resistirse a la fumigación de sojales en el distrito Maracana, Primer Encuadre. A partir de las 9 hs, hay concentración en la plaza de Curuguaty y luego se realizarán mitines frente a la sede de la Fiscalía y el Juzgado local. La movilización está prevista para toda la semana. En Asunción, el martes 3 habrá movilizaciones frente al local de la Fiscalía General (9 hs) y la Corte Suprema de Justicia (11 hs). El sábado 17 próximo se realizará una serenata frente a la cárcel de Coronel Oviedo, para dar ánimo y acompañar a los compañeros recluidos allí.

Pablino es campesino y músico popular. Se lo conoce como “Paraguay” por ponerse siempre la camiseta de la albirroja durante las movilizaciones que lograron impedir las fumigaciones de sojales que colindan con asentamientos campesinos en Maracaná, y que envenenan cultivos, fuentes de agua y enferman a la gente, con graves secuelas en la salud principalmente de ancianos y ancianas, embarazadas y niños y niñas. Por defender a su comunidad, Pablino recibió balazos en los brazos que le causaron fracturas expuestas. Fue tal el ensañamiento policial, que le colocaron esposas en el Centro de Emergencias Médicas (CEM), a pesar de los brazos fracturados. Pablino es esposo de Blanca Núñez y padre de dos hijos: Eddie (10 años) y Elba (8 años).

Herminio es labriego, esposo de Alicia Bogado. El bebé de ambos tenía seis meses cuando la Policía baleó a su padre en el abdomen por luchar por su derecho a producir en su propio país, resistiendo el avance del modelo agroexportador. Por presión policial, Herminio fue dado de alta por los médicos del Hospital de Santaní apenas tras 48 horas de habersele operado del balazo en el abdomen. Y en ese estado fue “paseado” en polvorientas patrulleras durante cientos de kilómetros: primero llevado a la penitenciaría de Coronel Oviedo y luego de vuelta (sin parar) a la penitenciaría de San Pedro. Resistió la sombra de la muerte a la que con saña le exponía la Policía porque el amor por su familia, su comunidad, su tierra y su país eran más fuertes. Sacó fuerzas sabiendo que le esperaba su joven compañera y su pequeño hijo, a quien anhelaba ver crecer con dignidad y en libertad, sobre la tierra roja del Paraguay por quien tantos labriegos y labriegas de tantas generaciones han dado la lucha y la vida.

Ambos fueron recluidos y la siguiente etapa se les negó asistencia médica, para el cuidado de sus heridas todavía sangrantes en la prisión. Fue necesario realizar movilizaciones masivas y denuncias públicas para lograr que personal de salud pudiera asistirles en la limpieza de sus heridas y la administración de la medicación para disminuir el riesgo de infección y el dolor. Ese dolor del campesinado en lucha, que es la razón de ser para la que fue creada la fuerza represiva, porque quien está ligado a la tierra siente primero y en carne propia la enajenación de nuestra soberanía territorial, la ocupación extranjera de nuestro país y el abandono de las políticas de Estado que por derecho les corresponden.

Por Pablino y por Herminio, quienes representan a tantos campesinos y campesinas imputadas e imputados, con órdenes de captura por su decisión de resistir y luchar organizadamente por un modelo de desarrollo que beneficie a la mayoría empobrecida del Paraguay. Por su libertad, por la libertad del Paraguay de las garras de la dependencia, la opresión, el “uso y el abuso”, por la democracia y la recuperación de la soberanía de nuestro territorio y nuestra economía. Por la conquista de la Segunda Independencia.


La lucha continúa, venceremos!

Pablino Rojas.

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